domingo, 9 de noviembre de 2008

Hace unos meses leí algo sobre una película que me encantó: “Mozart and the Whale” (Mozart y la Ballena). La película narra la historia de amor entre un chico y una chica que padecen el síndrome de Asperger y es muy interesante.
Aparte de la trama de la película (comedia romántica como tantas otras) hay que destacar la interpretación tan buena que hacen ambos actores, consiguiendo hacer patentes de una forma clara y ajustada a la realidad, muchas de las características de las personas con Síndrome de Asperger como la resistencia a los cambios, la hipersensibilidad a determinados estímulos o los intereses restringidos.
La película está inspirada en la historia de dos personas reales con Asperger. A modo de curiosidad os incluyo a continuación la información sobre ellos extraída de un artículo de la revista digital Kindsein:
“Está inspirada en la historia real de Jerry Newport y Mary Meinel. «Si algo hay que yo no he tenido nunca es gracia natural», dice Newport. «Supongo que eso es parte de mí y que siempre he sentido que me faltaba, y que todo el mundo que me rodeaba parecía tener, ese sentido natural de saber cuándo tenía que hablar y lo que tenía que decir».
Un día, Jerry se fue al cine, después de haber pasado una fuerte depresión y de haberse quedado sin amigos. Fue a ver Rain Man. El personaje que interpreta Dustin Hoffman, Raymond Babbitt, tiene un don especial para el cálculo. Jerry descubrió en aquel cine que él también lo tenía.
Cuando alguien de la película le preguntó a Babbitt cuántos eran 4.343 por 1234, Jerry sabía la respuesta. «La respuesta era 5.359.262», dice Jerry. «Lo dije antes que Babbitt. La gente que estaba delante de mi en el cine se dio la vuelta. Y entonces, ¡me di cuenta!».
Entonces leyó todo lo que pudo sobre autismo y se fue al Departamento de Psiquiatría de UCLA, donde le diagnosticaron Síndrome de Asperger. Entonces fue cuando creó un grupo de autistas adultos y conoció a Mary Meinel, una autista “savant”.
Mary puede escribir música empezando desde la última nota en la última página y hacia atrás (dice que ya está escrita en su cerebro). Y toca instrumentos musicales sin haber tomado ninguna lección.”
Desde aquí os recomiendo la película. Aunque no se encuentra traducida al castellano, la versión en inglés con subtítulos en español resulta muy amena. Disfrutad con ella.