a) Principales dificultades en la adolescencia
• Presencia de inmadurez en el plano emocional.
• Presencia de reacciones emocionales desproporcionadas y poco ajustadas a la situación.
• Intereses inmaduros y poco acordes con la edad (por ejemplo determinados dibujos animados, personajes de programas infantiles, etc.).
• Mayor conciencia de diferencia y de soledad.
• Sentimientos de incomprensión y soledad.
• Mayor vulnerabilidad a alteraciones psicológicas como la depresión, la ansiedad y el estrés.
• Descuido de la higiene y el cuidado personal. Muchos adolescentes con SA se muestran poco consistentes en aspectos relacionados con la higiene personal, por ejemplo, se niegan a ducharse diariamente, descuidan su aspecto físico, rechazan utilizar desodorante o colonia y prestan poca atención a la higiene bucal. Esa tendencia a descuidar la imagen personal y la propia higiene que muestran muchos adolescentes también va a favorecer su aislamiento y fracaso a la hora de encontrar un grupo de referencia con el que poder interactuar. A pesar de ello, es importante señalar que en algunos casos ocurre lo contrario, llegando incluso a desarrollar rituales obsesivos en relación con la higiene (por ejemplo, el lavado obsesivo de manos).
• Desinterés hacia las modas y la imagen personal.
• Aumento de las obsesiones y los rituales de pensamiento. Los rituales simples de conducta y el interés obsesivo hacia determinados temas típicos de los niños con SA, suelen dar paso a verdaderas obsesiones y rituales de pensamiento durante la adolescencia. No es extraño que muchos adolescentes reciban, en esta etapa de la vida, un diagnóstico adicional de Trastorno Obsesivo Compulsivo y que requieran un tratamiento farmacológico adecuado a esa nueva condición.
• Dificultades académicas. El rendimiento escolar en los cursos superiores se ve dificultado por:
- La lentitud al coger apuntes.
- Las dificultades para adaptarse a los frecuentes
cambios de profesores, aulas, horarios, etc.
- Torpeza a la hora de elaborar planes de estudios
y secuenciar sus tareas.
- Desmotivación hacia determinadas asignaturas.
- Dificultades para captar la idea principal de un texto y para seleccionar la información más relevante.
Es importante señalar que este panorama puede cambiar al llegar a la universidad. Los chicos con SA que logran acceder a una carrera universitaria suelen mostrar buenos resultados académicos. Esto se debe en parte a que aumenta notablemente la motivación hacia el estudio (lo normal es que elijan carreras relacionadas con sus temas de interés) y a que no sienten tantas presiones sociales (el ambiente universitario facilita el “pasar desapercibido”).
b) Cualidades y aspectos positivos de los adolescentes con Síndrome de Asperger
Junto a las dificultades anteriormente descritas, es importante destacar también los aspectos positivos que aparecen con la llegada de la adolescencia. Aparte de los puntos fuertes ya comentados como la excelente memoria, la presencia de habilidades especiales en áreas concretas, el dominio de un rico vocabulario o el perfeccionismo, cabe destacar las siguientes características positivas:
• Presencia de fuertes valores morales. Los adolescentes con SA suelen mostrar altos valores de lealtad, sinceridad, compañerismo y bondad, lo que les convierte en personas excepcionales y honestas, defensores a ultranza de los derechos humanos y fuertes críticos de las injusticias que observan a su alrededor.
• Persistencia para alcanzar sus metas y objetivos.
• Gran deseo de superación.
• Personalidad sencilla, ingenua y “transparente”.
• Ausencia de malicia y de “dobles intenciones”.
• Mejor dominio de las reglas sociales básicas. Al llegar a la adolescencia, muchos chicos con SA, sobre todo si han recibido un tratamiento adecuado durante la infancia, han interiorizado y aprendido algunas reglas sociales básicas, lo que les permite desenvolverse con mayor soltura y éxito en situaciones de interacción social breves y “superficiales”. Muchos adolescentes comentan que no muestran especiales dificultades a la hora de conocer a una persona y mantener una breve conversación con ella; sin embargo señalan que los problemas siguen apareciendo cuando se trata de intimar con esa persona o mantener una relación más cercana y profunda.
c) Necesidades en la adolescencia
En los ciclos de educación secundaria y superior es importante tener en cuenta una serie de estrategias útiles que pueden facilitar tanto el éxito académico del chico con SA como su integración social en su grupo de referencia, disminuyendo de esta manera el absentismo escolar, la desmotivación y el malestar que suelen expresar muchos de estos adolescentes cuando llegan a cursos superiores. Para facilitar la adaptación a las nuevas exigencias académicas y sociales es aconsejable tener en cuenta las siguientes orientaciones educativas centradas en el ámbito escolar:
• Educar a los compañeros en la tolerancia, respeto y comprensión hacia el chico con SA, describiendo las características del cuadro y haciendo especial hincapié en la limitación en habilidades sociales.
• Enfatizar las habilidades académicas sobresalientes del chico con SA, mediante situaciones de aprendizaje cooperativo en las cuales sus habilidades de lectura, vocabulario, memoria, almacenamiento de información, etc. sean consideradas como algo valioso por sus compañeros y fomenten su aceptación.
• Motivarles a participar en situaciones que refuercen su autoestima, mejoren su imagen de cara a los demás y faciliten la integración en el grupo.
• Intentar asignarles algunas tareas académicas en las que se puedan incluir sus temas de interés.
• Proporcionarles adaptaciones no tanto de contenido como de metodología (más tiempo para terminar sus tareas y exámenes, posibilidad de exámenes orales,utilización de un ordenador con procesador de texto, potenciar la vía visual de aprendizaje, empleo de preguntas cerradas en los exámenes como los test de respuestas múltiples, tiempo extra para pasar a limpio los escritos, etc.).
• Proporcionar directrices claras sobre la manera de presentar los trabajos.
• Contar con la figura de un tutor o profesor de “apoyo” que esté pendiente del estado emocional del chico y que pueda tener reuniones periódicas con él para hablar sobre su situación personal, académica, emocional. Este tutor además debería:
1. Elaborar planes de estudio
2. Planificar y controlar técnicas que le permitan hacer frente a situaciones
difíciles que se le puedan plantear en el ambiente escolar.
3. Motivarle a alcanzar metas y ayudarle a percibirlas como alcanzables si se plantean estrategias adecuadas.
4. Ofrecer orientación laboral y profesional.
• Incluir al chico/a en un programa de educación física orientado hacia la salud y la buena forma física, y no en un programa de deportes competitivos.
• Analizar las posibles reacciones disruptivas del chico/a antes de asumir culpas o atribuir determinadas intenciones. Las verdaderas razones que subyacen a un determinado comportamiento, pueden no ser tan claras, y la adopción de medidas drásticas, como castigos, pueden empeorar la situación ya que ante ellos, el chico/a se puede sentir injustamente tratado y desmotivado a cambiar su comportamiento.
• Preparar al chico/a con SA para el paso a la universidad o al mundo laboral. Es muy importante planificar, anticipar y prepararle para ese cambio, que generalmente provoca altos niveles de ansiedad y miedo.
Durante el último curso de bachillerato se deben planificar visitas al campus universitario, asistir a algunas clases de oyente, coger apuntes, bajar a la cafetería, visitar la biblioteca, etc. para eliminar la imagen negativa que suelen desarrollar del ambiente universitario, aumentar la motivación a terminar sus estudios de bachillerato y poder comenzar a elaborar un plan de futuro.
• Fomentar la participación en actividades extracurriculares relacionadas con los puntos fuertes e intereses del chico/a. Estos grupos le brindarán otra oportunidad estructurada para interactuar con sus compañeros.
Aparte de estas estrategias descritas en el apartado de estrategias generales de tratamiento, durante la adolescencia, los chicos y chicas con SA necesitan:
- Conocer y aceptar lo que significa el “Síndrome de Asperger”. Existen programas específicos, como el de Peter Vermeulen (1999) en los que se recogen los pasos a seguir para comunicar a los chicos su diagnóstico.
- Reconocer lo bueno y malo de uno mismo.
- Desarrollar estrategias de autocontrol (técnicas de relajación, inoculación de estrés, técnicas para aliviar o controlar la ansiedad, desensibilización de posibles
fobias, etc).
- Adquirir un autoconcepto positivo y realista.
- Seguir programas específicos de enseñanza de técnicas de control de pensamientos obsesivos y preguntas repetitivas.
- Recibir apoyo orientado a mejorar las habilidades sociales y conversacionales.