En el caso de los niños autistas, el contacto que pueden tener con perros es muy beneficiario para su desarrollo, ya que el movimiento permanente, los juegos y la interacción, sacan al niño del ensimismamiento y se logra estimular la sociabilidad y la conciencia de la existencia de otro. Además se desarrolla un fuerte sentido de responsabilidad, ya que es el niño quien está durante toda la sesión a cargo de la mascota.
Una de las modalidades de la zooterapia corresponde a la delfinoterapia, que consiste en un procedimiento terapéutico con delfines, basado en un trabajo tanto dentro como fuera del agua, donde niños y adultos logran incrementar su nivel de atención. En términos generales el propósito de la delfinoterapia es motivacional, aunque se pueden lograr otros objetivos relacionados al lenguaje, motricidad y pensamiento conceptual.
Las primeras investigaciones realizadas con niños discapacitados y delfines, se realizó en Estados Unidos, en 1978. Desde entonces se han venido descubriendo importantes beneficios terapéuticos como consecuencia del contacto no sólo con delfines, sino que también producto de la convivencia con otros animales y mascotas.